Recuerda a Egoiste Platinum de Chanel
Steve Jobs, no tenía mucha ropa, ni hacía alarde de coches, no tenía casi muebles en el diáfano faro en el que vivía... Por tener hasta tenía poco pelo. Tenía poco de casi todo. Ese "casi" era la diferencia con el resto, le sobraba talento. Y su talento era el que hablaba por él. Lo demás le acompañaba como seña de identidad. Es minimalista, honesta... Y eso la convierte en magnética y adictiva. Es la fragancia que más dice del que la lleva y del que la aprecia.
Creada para aquellos que no necesitan demostrar nada ni llamar la atención con un perfume, sino que este sea un complemento a su talento y su estilo. Es la kriptonita de los "viceversos", de los nuevos ricos y de los seductores de garrafón y camiseta apretada. Es la fragancia que llevaría el creador de Apple.